“Todos los ejemplos están muy
bien estetizados, en donde la vida de perros y artilleros parece envidiable.”(del autor)
Otra diferencia entre el diseño gráfico y la arquitectura, se hace legible en los
fundamentos para la investigación, que asume en la actualidad, cada campo. Mientras el primero, excitado por su popularidad
y sorpresiva utilidad, no se convence de entrar de lleno a la investigación,
reflexión y debate (porque se considera que aún no es de su competencia), el segundo
ha entrado en una crisis epistemológica de no saber qué enseñar, de la cual no
encuentra una salida. Esto se da fundamentalmente porque el diseño gráfico aún no
termina de explorar sus aparentes e infinitas implementaciones y porque la
arquitectura no ha superado el paradigma científico y epistemológico
tradicional del movimiento moderno, pero en esencia desde mi punto de vista, por
la progresiva pérdida de la literatura en el área del diseño.
Ante los nuevos problemas y contenidos
referentes a la arquitectura, al diseño y a la ciudad, estas disciplinas no
encuentran una apropiada asimilación. En todo caso la peligrosa solución que se
está aproximando a estos dos panoramas poco prometedores, ha sido el abusivo
uso de la imagen y la estética, entendidas bajo el concepto anestésico de Neil
Leach (1999). En donde el diseño gráfico sirve para adormecer una arquitectura
vacua y donde se incorpora una torpe “arquitecturización” al universo del
diseño gráfico, producto del mismo efecto.
“Es el principio de la fantasmagoría, el bombardeo
sensitivo de tecno-estética, lo que ilustra el potencial de la estética para
inducir a una forma de anestesia” [1]
Superposición
de “diseño gráfico” a la arquitectura
Edificio
Priscila: Avenida Arce La Paz
Fuente: Manuel Aliaga Martinez
|
![]() |
“Arquitecturización”
del diseño gráfico
La
casa cartel: Concurso de vivienda en una valla publicitaria
Fuente. //google+search?billboard+box
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Esta perspectiva atañe fundamentalmente a que
en la última década la arquitectura a cedido gran parte de su contenido a la
imagen, esto ha traído como consecuencia que los edificios se conviertan en un
soporte más de la estética adormecedora que, a partir de tipografías, colores,
movimiento, logos, texturas y fotografías, pretende ocultar el vacío de su significación
.
![]() |
Simone Giostra &
Partners: El muro de Led-Green pix led wall,
Xicui entertainment
complex, 2008 Beijing,
Fuente: greenpix blog
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Esta nueva tendencia es la responsable de que
en la actualidad se refiera a la tarea de la arquitectura y diseño como la
ocupación “de que se vea bien” eludiendo
una responsabilidad mayor . En otras palabras el espacio se ha subordinado, tanto
a la imagen exterior (fachadas) como a la imagen interior (decoración de
interiores) como un hecho completamente secundario e irrelevante. Adicionalmente
el impacto que provoca una imagen arquitectónica (un fotomontaje o un render), hoy
en día es valorada en mayor proporción, que su verdadero contenido, concreción,
proceso o significado. Producto de ello es que la arquitectura se vaya convirtiendo
cada vez más técnica –en el sentido de aprender los recursos técnico estéticos
y los tutoriales de internet– y menos
reflexiva.
De distinta manera la evolución del diseño
gráfico ha saturado sus posibilidades en dos dimensiones y ha llegado a
incorporar el soporte –arquitectura- dentro de su universo. El diseño gráfico
después de potenciar la segunda dimensión al máximo, ya empieza a explorar el
lenguaje de la tercera dimensión, con los problemas que ésta contiene:
tectónica, uso, estructura, forma, espacio,etc. Estos son asimilados, sin
embargo como materia periférica y complementaria, dejando de lado su verdadera
importancia y trascendencia. Es muy difícil encontrar ejemplos en donde la
arquitectura y el diseño gráfico dialoguen en completa armonía, el
avasallamiento de la imagen entorpece a ambos. Esta situación se traslada al
campo profesional y académico en donde la necedad y el sesgo, las ponen a
combatir, como si la aniquilación de alguna disipara los conflictos al interior
de la otra. Se pone en evidencia el problema actual para sobrellevar y asumir
los nuevos y más complejos retos del mundo globalizado.
Una posible causa del problema se encuentra en
la progresiva pérdida del lenguaje escrito y lenguajes alternativos de
reflexión, que permiten el constante intercambio y continua retroalimentación,
lenguajes que superen el embobamiento de la imagen y la estética, que en
esencia se encuentran en investigaciones, ensayos, artículos, discursos, espacios
de debates, etc.
El dirigir esfuerzos casi exclusivamente a
contenidos tan inmediatos como el lenguaje de la imagen, trae consigo por un
lado la pérdida del significado objetivo, y por otro, la progresiva pérdida del
lenguaje de la escritura. La escritura ha sido la mejor herramienta de
transmisión y búsqueda de conocimiento a lo largo de la historia y va quedando en
la actualidad completamente ignorada frente al cómodo lenguaje visual.
Este fenómeno es absolutamente legible en las
facultades de arquitectura y diseño gráfico en donde los estudiantes se pelean
por la competencia disciplinar del lenguaje visual (ninguno se pelea por el
lenguaje escrito, menos por sus facultades investigativas o reflexivas). Tras
la constante pérdida de la literatura el resultado es el progresivo aislamiento
de las especialidades (no sólo arquitectura y diseño gráfico) que contradictoriamente
pierden herramientas comunicativas, investigativas, reflexivas y esenciales del
lenguaje escrito para poder interactuar de forma multidisciplinar.
Este aspecto es fundamental en el complejo desarrollo
contemporáneo (y poscontemporáneo), donde al parecer todo campo se relaciona
con todo, se habla ya de trans-disciplinas (disciplinas estructurales pero
dinámicas y cambiantes), y no de campos exclusivos, como parte de la modernidad
que tanto nos cuesta digerir.
Un estudioso del mundo postmoderno, postpolítico
y postideológico, bajo estas mismas denominaciones, es Slavoj Zizek el filósofo
esloveno alguna vez llegado a nuestra capital, quien sostiene que “el nuestro es un tiempo permisivo, en el
cual, las instituciones dominantes han expropiado todo, hasta las
transgresiones, ante la vista y paciencia de todos”. [2] La respuesta a este fenómeno, según él, tiene
nociones lacanianas: “ante la amenaza de
la pérdida de un legado cultural y el duelo que ello implica, se opta por conservar una vinculación melancólica
a sus raíces perdidas”. [3] En
otras palabras todas estas expropiaciones ocasionadas por estas instituciones
dominantes -la imagen y la estética entre ellas-, tienen dos caminos a seguir
según Zizek bajo la teoría de Lacan: optar por el duelo y resignación que
conlleva estas pérdidas; o mantener un vínculo melancólico hacia ellas.
Esto trae también como consecuencia otro
aspecto realmente preocupante en los estudiantes: el famoso “copypaste” normalmente plagiado de Internet, el “fenómeno wikipedia” y
el “fenómeno facebook” que también son parte de esta otra espiral. Sin
desmerecer sus respectivas virtudes de las cuales este mismo artículo se
beneficia, el trabajo intelectual se ha visto afectado por la falta de revisión,
verificación y contrastación de fuentes, sin mencionar los actos de vandalismo
ideológico que en reiteradas veces (al igual que en la televisión) dañan la
calidad de información, de la investigación o proyecto.
Adicionalmente estos nuevos y efímeros lenguajes
hacen que el receptor no pueda concentrarse en más de seis líneas (cuantos
habrán desertado ya). Esto sucede debido a que el
estudiante no tiene las herramientas para redactar un texto; lo que se traduce
en una falta de estructuración de pensamiento, idea, argumento, ejemplo y finalmente perspectiva
crítica, tal vez en parte producto de la explosiva posmodernidad. En esta fase
se comprueba la teoría de Neil Leach respecto de la imagen estética como efecto
anestésico porque se observa un comportamiento confuso, mareado, hiperactivo en
ocasiones, adormilado en otras, en los
proyectos y trabajos de facultades de diseño y arquitectura. La espiral descendente
de la televisión e información se repite con el Internet en el ámbito
académico. Parece que la saturación de la imagen tiene ineludiblemente un
efecto narcótico.
La saturación de la imagen estética y la
progresiva pérdida del lenguaje escrito, o en todo caso la pérdida de espacios
de reflexión son el problema fundamental que aqueja a estos dos campos, pero
que se encuentran en diferentes condiciones.
La investigación teórica referida
exclusivamente al campo del diseño gráfico aún es muy reducida (diferente sería
si la vocación académica denominara a sus carreras de diseño gráfico como
carrera de artes visuales) y las
generaciones de esta educación tecnócrata, han sabido responder muy bien al
mercado pero pocos han sabido aportar al campo de la investigación o al arte.
Fundamentalmente debido a la vocación académica mercantilista y tecnicista de las
carreras de diseño gráfico que valoran la creación gráfica y su potencial
inserción al mercado como único referente; creaciones carentes de referencias teóricas producto del incansable
uso del lenguaje visual y de la imagen-estética-anestésica.
Debido a esta falencia se ha hecho el
experimento de conformar carreras integrales de diseño gráfico que procuren
aportar con investigaciones de grado. Sin embargo se hace difícil concebir
metodologías y epistemologías propias, novedosas y lo suficientemente reflexivas
(en donde la creación per se no sea considerada un aporte investigativo y en
donde tampoco se utilicen metodologías científicas de otros campos).
Este es el mismo problema que sufre la
arquitectura, pues aún no logra separar definitivamente el estudio de la
arquitectura de la creación en sí misma, lo cual trae consigo problemas que se
hacen evidentes al interior de las facultades y carreras que al no saber si
orientarse hacia lo técnico, lo constructivo, lo teórico o a lo creativo, se pierden (y caen) todas las ramas.
El ejemplo más decadente en la arquitectura es
recurrir al mal llamado “concepto” para sustentar un proyecto. Bajo esta
definición se han propuesto casas de perro, de corte francamente orgánico-hightech,
bajo la idea de que la forma sigue el “concepto” de la oreja del perro. Otra:
se hace un relevamiento de la piel de un artillero para proponer un museo de la
muerte, en donde el espacio jerárquico es ver en vitrina el deceso de un
alcoholizado. Todos los ejemplos están
muy bien estetizados, en donde la vida de perros y artilleros parece
envidiable.
La denominación de concepto, cual discurso de inspiración súbita, sirve en la actualidad para sustentar cualquier tipo de capricho formal, y para escudarse frente a la carencia de un argumento verdadero para ejercer el diseño (parecido al diseño de moda). La arquitectura y el diseño gráfico piden "permiso" al concepto para justificar su exsistencia. De esta manera el concepto de la oreja de un perro se traduce literalmente en la forma de su arquitectura y programa (un hotel para canes), así mismo esta denominación permite, en la mayoría de los casos, inventarse actividades y usos completamente absurdos, a la que esta arquitectura responde formalmente y efcientemente. Se deja de lado cualquier otro principio detrás de un objeto concebido únicamente desde un falso sentido del diseño.
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Gemma Douglas: Propuesta para el Nuevo edificio
de defensa del Reino Unido, utilizando bordados, tradición heráldica y flora como "concepto"; 12 Julio 2008, Fuente: dezeen magazine blog |
Parece conveniente revisar las estructuras
epistemológicas tradicionales con las que se está evaluando y enseñando en las
carreras de diseño. Es verdad que asumir la arquitectura y el diseño gráfico
como artes aplicadas tiene también un alto grado de subjetividad y riesgo. Sin
embargo, las metodologías científicas de investigación aplicadas hasta ahora en
estos campos, también han fallado y nos han dejado ejemplos y situaciones incómodas
como las mencionadas.
La investigación en la arquitectura y también
en el diseño gráfico, necesitan metodologías más flexibles, que la metodología
positivista y cientificista de la modernidad, y valoraciones más confiables y
menos subjetivas que las pos-modernas. En todo caso cualquiera de estas nutrida
de mucha literatura: “Bajo el concepto de
investigación cualitativa englobamos a toda una serie de tendencias en la
investigación, cada una de ellas con sus
características diferenciales.
Estas investigaciones cualitativas se caracterizan por ser multimetódica
y porque implican un enfoque interpretativo. ”[4]
El qué y cómo se debe enseñar pienso debería
estar referido a construcciones epistemológicas de
cada campo, que en palabras sencillas son la filosofía de la ciencia de nuestros tiempos. La construcción de
pensamiento, conocimiento y postura crítica y teórica con respecto de la
ciencia impartida; es decir, la relación compleja entre los fundamentos filosóficos
de un campo y los fundamentos científicos del mismo. Esta construcción ofrece
mayor vigencia y adaptabilidad, cuando el paradigma de lo científico entra en
crisis, y/o cuando la subjetividad cuestiona e impide toda práctica.
La imposibilidad de construcción de un marco estrictamente
científico o estrictamente apreciativo en el diseño, genera la necesidad de
construir un marco referencial al conocimiento en cada campo y tema, redefiniendo
epistemologías constructivistas y
sobretodo socio-constructivistas, que hacen hincapié en la ciencia en tanto que
producción humana, estructurada por los hombres, para los hombres y en función
de sus proyectos[5]
propias del área del diseño.
En este sentido me convenzo de que la
arquitectura y el diseño deben enfrentarse con nuevas construcciones
epistemológicas. Para que les permita, por un lado, entender su filosofía
(recuperando el ejercicio literario e investigativo) en función de su
aplicación reflexiva, como lo reconoce cualquier arte aplicado, y no en función
de una exacta y reconocible adaptabilidad de mercado. Por otro lado, una nueva
construcción que permita tanto el ejercicio práctico como teórico en función de
métodos flexibles y abiertos, superando el paradigma modernista y el
estancamiento posmodernista.
Estamos frente un escenario dominado por la
imagen, el mercadeo, el consumo, que ha llegado de forma profunda a la
educación superior, los innumerables institutos técnicos y de especialidades
son el resultado de esta epidemia; y la pérdida crónica de la literatura en
universidades es la agonía final. Por otro lado, se pude resumir que la
investigación en arquitectura y diseño gráfico, concebidas como artes aplicadas,
se debe consolidar bajo un método
interpretativo, flexible y multimetódico, en donde la constante creación
encuentre fundamentos para reencontrarse inevitablemente con el conocimiento y reflexión
como alternativa al uso indiscriminado de la imagen. Lastimosamente se tiene
poca conciencia de esta alternativa, que bien podría ser muy útil en las áreas
del diseño, por otro lado la constante pérdida de la literatura en la
actualidad causa en algunos duelo, y acaso en otros como quien escribe estas líneas:
melancolía.
[1] Leach Neil, La an-estética de la arquitectura, Cambridge-EE.UU, 1999, editorial Gustavo Gili.
[2] Aquím Chavez Rosario, “Slavoj Zizek: homosexualidad y etnicidad” La Época, semanario del domingo 20 al sábado 26 de marzo de 2011, La Paz-Bolivia.
[4] Huamán Miguel Angel, “Fundamentos de la
investigación literaria”, Tesis Revista
de la Unidad
de Post Grado, de la
Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad de San
Marcos, Lima-Perú, Nr. 1,2007.
[5] Huamán
Miguel Angel, “Fundamentos de la investigación literaria”, Tesis Revista de la
Unidad de Post Grado, de la Facultad de Letras y
Ciencias Humanas de la
Universidad de San Marcos, Lima-Perú, Nr. 1,2007.